A más de 3 años de la creación del ENACOM, ¿cómo valora el estado del sector en el país y cuáles diría que han sido los principales avances?
El principal aporte del Enacom fue pensar en una convergencia tecnológica, mejor dicho, que la convergencia administrativa acompañara la convergencia tecnológica. Ya estamos acostumbrados en el sector a hablar de convergencia y entendemos que significa una mirada multistakeholder y con elementos no solo enfocados en la tecnología sino también en los prestadores y la industria. Pero en general en Latinoamérica era mucho más difícil instalar una idea de una convergencia jurídica y administrativa. Ese es el mayor logro, una decisión del presidente Macri, al crear el ENACOM. Hace que el Estado acompañe con su política regulatoria convergente y su política administrativa convergente a que no se trabe la innovación y que el sector pueda desarrollarse y crecer. Ejemplos de esto hay muchos, como el Plan de Conectividad que hace que se pueda aprovechar esta sinergia entre la industria y el Estado para acelerar las inversiones con mayor despliegue de los operadores móviles pero también con programas muy específicos del fondo de servicio universal para potenciar la infraestructura en aquellos lugares donde el mercado va a tardar en llegar.
Si miramos hoy a tres años del ENACOM podemos mencionar el proyecto ‘Más Simple’, que es una de nuestras grandes estrategias para luchar contra la brecha digital atendiendo a poblaciones vulnerables como los adultos mayores. Ya llevamos repartidas el año pasado 100.000 tablets y este año otras 130.000. Nuestros programas de Aporte No Reembolsable para pequeños ISP, que genera doble efecto, por un lado se le da recursos a aquellas poblaciones alejadas y vulnerables para que distintos emprendedores puedan ampliar la infraestructura de fibra óptica pero también con eso generamos mayor competencia en el mercado porque logramos que pequeños y medianos operadores, pymes y cooperativas puedan tener un poco de respaldo para subsistir y desarrollarse en un mundo de las telecomunicaciones que aparece siempre altamente concentrado.
Por otro lado, la mirada de la convergencia nos permite avanzar en políticas del sector audiovisual que también son muy importantes, y desde el ENACOM hoy podemos señalar como un éxito el desarrollo de concursos en ocho provincias para incorporar nuevos emisores de radio FM y también una deuda tan importante como era la regularización de los permisos precarios y provisorios que comenzamos a entregar hace dos directorios atrás. Ya llevamos 31 licencias entregadas que tenían 30 años de demora. Durante 30 años ningún Gobierno había podido regularizar esta situación y nosotros le dimos a estos 31 operadores audiovisuales la licencia en pleno derecho.
Estas cosas son importantes. Quizás cuando uno las plantea desde el éxito de un programa no puede advertir el nivel de transformación hacia adentro de la autoridad de aplicación. Pero esto también nos llena de orgullo porque en términos de burocracia y de despapelización del Estado, la incorporación de trámites a distancia, la simplificación de procesos hizo que hoy nosotros tengamos mejoras sustanciales para los usuarios por un lado, como la resolución de las demandas de telefonía por ejemplo, pero también de los operadores que hoy tienen sus licencias en tiempo récord, las licencias TIC. No se le pregunta la línea editorial a nadie para darle una licencia de radio o una audiovisual, los plazos para los otorgamientos de los ANR bajaron de un año a un mes. La verdad es que hacia adentro de la autoridad de aplicación esta cultura de la convergencia nos ayudó muchísimo a mejorar la productividad y sobre todo la credibilidad que tiene que tener una autoridad de aplicación.
Insistiendo en la cuestión del cierre de la Brecha Digital, una de las prioridades marcadas en las agendas de operadores y reguladores a nivel regional ¿Cómo cree que puede acelerarse la universalización del acceso en el país?
Uno de nuestros proyectos más importantes es el que mencionaba, Más Simple, con la entrega de dispositivos. Hemos ampliado este año a un programa específico para mujeres en situación de ruralidad porque hemos hecho un análisis junto con las áreas de desarrollo social que trabajan en el tema de género que dice que las más afectadas son las mujeres que están alejadas y que necesitan muchas veces exponer su producción en el caso de las artesanas o mujeres de pueblos originarios que necesitan de cerrar esa brecha esa desigualdad.
Hay brechas de demanda y de capacitación. Y nosotros tomamos internet como un portal para el ejercicio de los derechos humanos. No es una cuestión solo tecnológica. También a partir de allí ejerce sus otros derechos. Por eso las tablets tiene una app desarrollada específicamente para servicios, para trámites, para capacitación, para darle al ciudadano todo lo que el Estado le ofrece y tratar de desde la capacitación y la oferta de servicios poder combatir con la desigualdad, no solo con la brecha digital. También eso no alcanza y por eso tenemos dentro del plan de conectividad que encabeza Andrés Ibarra como Secretario de Modernización, puntos wifi en todo el país. En esos puntos la gente se conecta y también recibe capacitación. Puntos digitales a lo largo de todo el país en los municipios quizás que más los necesita para que la gente pueda recibir allí capacitación y también se vaya combatiendo la brecha.
El tema de la brecha también tiene que ver con una mirada trasversal del Gobierno desde Educación con sus escuelas rurales conectadas, desde Salud con sus Centros de Salud conectados. Son todos programas que impulsa el ENACOM a través del Fondo de Servicio Universal en conjunto con estas áreas. La mirada es mucho más abarcadora porque alcanza otras áreas de Gobierno.
En otro orden, ¿cuáles señalaría como los principales retos a corto y mediano plazo, especialmente en el ámbito regulatorio, teniendo en cuenta este cambio paradigmático que está suponiendo la Era de la Convergencia? ¿Cómo puede el sector público impulsar el desarrollo de las inversiones necesarias para tener unas comunicaciones en el país a la altura de los estados más desarrollados?
En un año que fue bastante crítico para la economía de nuestro país no se han detenido las inversiones de los tres operadores móviles. Dos de los operadores aumentaron su capacidad de inversión. La cobertura de 4G paso de 58% a que hoy estemos acercándonos al 70 % y a fin de año queremos tener un 93% de cobertura de población en 4G. Y esto se hizo en dos años que fueron dificultosos para la macroeconomía pero que el sector sigue apostando por la inversión en nuestro país y esto es importante. Pero también se protege la convergencia y se incentiva las inversiones si uno puede tener un mercado diverso. Por eso creemos mucho en la necesidad de los pequeños operadores. Y desarrollos como el de los aportes no reembolsables como este nuevo proceso licitatorio que abrimos con la banda de 450 MHz que la hemos reasignado para la Internet fija rural hizo que ya demos cerca de 11 licencias a pequeños prestadores que no tenían esa posibilidad en localidades muy pequeñas donde también hay una apuesta a la inversión, que no son las empresas grandes, pero mucha gente en Argentina está apostando por la inversión en el sector en un mercado donde la inversión se protege, la seguridad jurídica se protege pero también se protege y se incentiva la competencia.
En este sentido, las áreas rurales suponen un desafío importante, ¿Cómo debe avanzar Argentina en materia de conectividad rural?, ¿qué medidas desde el regulador pueden impulsar que las empresas de telecomunicaciones puedan acceder en mejores condiciones a esas áreas, ¿cómo ayudamos a la promoción de inversión en infraestructura en esas zonas? ¿Qué papel juega la asignación de espectro?
La banda de 450 MHz hubo que redefinirla, adaptarla para esta asignación y a partir de esta nueva utilización del espectro van a poder estar servidas por Internet inalámbrica parajes que no tenían ninguna posibilidad de estar en un plan de conectividad de un privado.
En algunos casos, y en varios países, se plantean obligaciones de inversión en lugar de centrar las licitaciones en el aspecto recaudatorio…. Eso lo hemos hecho con los dos procesos que llevó adelante el ENACOM en estos tres años, tanto en el ingreso de un cuarto operador en su momento, que llevó un proceso de refarming, como también una asignación a demanda que amplió el ancho de banda de los operadores, que se hizo generando obligaciones de despliegue que luego es el ENACOM el que controla. Para los próximos meses tenemos previsto ampliar esa oferta de espectro y trabajar en darle más ancho de banda a los operadores, que es lo que se necesita para la llegada de 5G, y que cada día la gente con su patrón de consumo va demandando más calidad de servicio. También necesitamos un Estado que piense con una inteligencia estratégica para que ese recurso que es finito lo podamos aprovechar de la mejor manera no solo para los operadores comerciales sino para todo el ecosistema. Y en eso estamos trabajando tanto en la asignación de bandas de uso compartido como el destino de las bandas altas para determinadas innovaciones como Internet de las Cosas, eso se está planteando en un conjunto que es la planificación del espectro en los próximos años.
Sabemos que las TIC juegan un papel muy importante para la transformación productiva de los países de nuestra región, siendo claves en sectores como la agroindustria. ¿Cómo se está impulsando la digitalización en el país?
En la última Expoagro formamos una mesa en el sector para incentivar la conectividad en la producción. Queremos que todos nuestros desarrollos no lleguen hasta un nodo de una red troncal sino que lleguen hasta el surco. Ahí donde se produce. Y en un país tan amplio como Argentina donde tenemos emprendimientos de economías regionales en lugares muy distantes, puedo señalar Almanza que está en la Provincia de Tierra del Fuego, hasta en la Puna con la nueva planta de energía solar, el desafío de la conectividad es enorme. Y la manera que encontramos para acelerarlo es obviamente incentivando a los privados para que hagan sus propias inversiones. Vaca Muerta es un ejemplo de ello. El nivel de producción que está generando Vaca Muerta acelera muchísimo la necesidad de infraestructura tanto en rutas, puertos, tren como también en la conectividad. Esto también si quisiera hacerlo el Estado solo generando su propia infraestructura no lo podría hacer, y si lo quisiera hacer el privado solo sin el acompañamiento del Estado tampoco lo podría hacer. Creo que esta visión de la convergencia que tenemos está orientada a los objetivos. Hay dos objetivos importantes que nos planteó el presidente: uno es que ningún argentino carezca de banda ancha en ningún lugar del país y el otro que la conectividad es una herramienta para el desarrollo económico de nuestro país y que acompañe la conectividad a todos esos productores que apuestan por la Argentina, que producen y generan valor agregado a toda la riqueza natural que tiene Argentina.
Este julio celebramos el Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones, con Argentina cómo anfitrión. ¿Cómo ve el rol de este foro anual internacional para impulsar el diálogo público-privado de nuestro sector en la región y acelerar la transformación digital de América Latina?
En Argentina están pasando grandes cosas y todos los días somos parte de una transformación de fondo. La Argentina empieza a ser un país que no solo es atractivo por sus riquezas naturales y su identidad sino también por los marcos jurídicos que se dan para atraer inversiones y para el desarrollo económico del país. Creemos en el diálogo entre el sector público y privado y por eso fomentamos eventos como el Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones en Córdoba donde podemos llegar a profundizar en todo este tipo de estrategias. Argentina preside la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones y para nosotros es un orgullo cada evento de esta naturaleza y ser anfitriones para poder aprender y compartir entre toda la región las mejores estrategias de desarrollo de las telecomunicaciones.