Pablo Bello
Director Ejecutivo ASIET

Reforma tributaria: Colombia se juega su futuro digital

Una de las mejores noticias de este 2016 es que Colombia, de la mano de la paz, por fin avanza hacia la construcción de un nuevo país. Sabemos que ante este proceso que no se encuentra exento de costos para el Estado y que en un escenario de menor renta petrolera y mayores intereses de la deuda externa derivados de la devaluación del peso, es preciso abordar la necesidad de una mayor recaudación fiscal. Pero también sabemos que la paz es la oportunidad de Colombia para dar un paso al desarrollo, reinventar la economía, cerrar las brechas y divisiones, enfrentando los desafíos sociales durante tantos años postergados por la violencia. Colombia se enfrenta a la oportunidad histórica de construir un mejor futuro para sus hijos y brillar en el mundo, pero ello sólo será posible si se acometen las transformaciones importantes postergadas por la guerra, y para ello las Tecnologías de la Información y Comunicación juegan un rol estratégico. No hay posibilidad de avanzar al desarrollo con brechas digitales y estructuras productivas heredadas de una era tecnológica precedente.

Es por ello que preocupan algunos aspectos de la reforma tributaria actualmente en discusión. En materia digital el aumento al 19% del IVA y el 4% adicional de impuesto al consumo a los planes de voz y datos, un 23% en total, situaría a Colombia tras Brasil (26%) y Argentina (24%)¹ como el tercer país que más grava a los servicios de telefonía móvil en América Latina. Las consecuencias de ello no serán menores y supondrían un frenazo ante los importantes avances que Colombia ha logrado en materia de digitalización de los últimos años, y que a día de hoy junto a Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá y Uruguay, la posicionan entre los países más adelantados de la región. Condición que ha sido posible gracias a políticas públicas decididas, a un régimen fiscal razonable y al esfuerzo de una industria que independientemente del ciclo económico apuesta por el país brindando a los colombianos cada vez más y mejores servicios, a menores precios.

La pregunta que debemos hacernos de forma responsable, es: ¿cómo las diferentes propuestas de la reforma tributaria, afectan al futuro del país?. Desde una perspectiva cortoplacista, evidentemente mayores gravámenes se traducen en mayores ingresos fiscales. Sin embargo, desde una perspectiva dinámica, la evidencia demuestra que menores tributos a las TIC no implican menor recaudación para los Estados, por el contrario, niveles de tributación reducidos pueden generar mayores ingresos permanentes en el largo plazo. Esto es debido a que en la medida en que la penetración y el uso de las telecomunicaciones aumentan, la actividad económica general se expande incrementando la base gravable y por tanto la recaudación. Colombia supone un claro ejemplo en ese sentido. En 2007 la exención fiscal a PCs de bajo precio generó mayores ingresos fiscales y beneficios económicos que las pérdidas sufridas por la adopción de la medida. El IVA cobrado por el incremento de la demanda de software y servicios y suscripciones a servicios de banda ancha, desencadenados por la difusión acelerada de PCs, sumado a los ingresos percibidos por los efectos de la repercusión sobre el resto de la economía, se tradujeron en un incremento de USD 10 millones en la recaudación². Dicho de otra forma, mayores tributos a las telecomunicaciones, que evidentemente tienen como efecto una reducción en el ritmo de adopción de tecnologías de información en las familias y empresas, conspira contra el crecimiento económico y, por tanto, contra el propio objetivo recaudatorio de la Reforma.

Pese a los importantes avances en materia de digitalización durante los últimos años, más del 40% de los colombianos todavía no acceden a Internet, en su mayoría aquellos pertenecientes a los estratos poblacionales de menores recursos, para quienes la asequibilidad se constituye como una importante barrera y quienes serían los principales afectados de forma más directa por la Reforma propuesta, obligándoles a restringir o disminuir su consumo. Es de señalar que para dichos sectores, la propuesta de exención del 4% adicional al IVA, para aquellos planes inferiores a 30.000 pesos (USD 10), resulta insuficiente para la contratación de planes en la modalidad de postpago. Lo mismo ocurre en el caso de los dispositivos de conectividad, herramientas indispensables para la inserción digital y cuya propuesta reducción en los márgenes de exención se traducirá en condicionantes adicionales para la población de menores ingresos, lo que daría lugar a nuevas brechas respecto de los potenciales usos de las herramientas digitales. Y no lo olvidemos, la brecha digital profundiza las desigualdades sociales.

Por todo lo anterior y los impactos que las propuestas puedan traer sobre el desarrollo social y económico del país, en particular sobre un área de la economía que ya supone más del 6% del PIB y la creación de más de 150.000 empleos/año³ resulta fundamental que las decisiones a ser adoptadas sean consistentes con el objetivo país ya enunciado por el Presidente Juan Manuel Santos de consolidar la Economía Digital, como forma de acelerar el desarrollo económico y social, generándose así más oportunidades de progreso y equidad para todos los colombianos. La construcción de un nuevo país, la gran promesa de la paz, será con internet, o no será.

¹ cet.la , R. Katz (2016), Iniciativas para el cierre de la Brecha Digital en América Latina

² Villate, C. y Granados, R. (2009): “Estudio sobre la exclusión del IVA a los PCs y su impacto Económico, competitivo y fiscal”.

³ El Ecosistema y la Economía Digital en América Latina CAF, cet.la, CEPAL, F. Telefónica. (2015). http://cet.la/blog/course/libro-el-ecosistema-y-la-economia-digital-en-america-latina/