Está absolutamente probado que las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) contribuyen al empoderamiento concreto de las mujeres, por eso desde el Enacom trabajamos en forma permanente para impulsar acciones que reduzcan la brecha de género y para llevar la tecnología y la posibilidad de comunicación a todos los estamentos de la sociedad.
Para lograr una comunidad integrada y desarrollada, necesitamos más mujeres involucradas en tareas científicas y en el manejo de la tecnología, por eso, estamos convencidos de que tenemos que aportar desde todos los ámbitos, las herramientas para una apertura real, ya que el interés de las mujeres por las TIC siempre existió, sólo que históricamente debimos traspasar barreras construidas con prejuicios y discriminación.
Un ejemplo destacado de iniciativas para transformar el escenario fue el proceso de diálogo internacional de un año, Women 20 (W20), el grupo de afinidad oficial del G20 que abogó por políticas en pos de la igualdad de género y que presentó recomendaciones para aumentar la participación de las mujeres en las economías y sociedades.
Además, promovió el desarrollo de políticas holísticas e intersectoriales con la misión de eliminar las barreras que limitan el acceso y al uso de tecnologías digitales por parte de las mujeres e incentivó la aplicación de políticas que incluyen la asequibilidad, la seguridad, las competencias digitales y la disponibilidad del contenido relevante.
Hay, aún, gran una gran disparidad en el acceso de las mujeres a la participación y el liderazgo dentro de los sectores de ciencia y tecnología, en tanto, según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), las mujeres, constituyen menos de 10 por ciento del personal en los centros de innovación y sólo un cinco por ciento de las integrantes de las academias nacionales en disciplinas científicas y tecnológicas.
Sin embargo, se refleja poco a poco una leve tendencia hacia el cambio, ya que según un estudio de Linkedln, en los últimos 12 años se incrementó en un 18 % la presencia femenina en cargos de responsabilidad en la industria tecnológica mundial.
Desde el Enacom bregamos por un acceso integral de las mujeres a las TIC y para eso impulsamos el despliegue de infraestructura para brindar conectividad en zonas alejadas, tal como lo venimos haciendo con los diferentes programas del Fondo del Servicio Universal, y con el diseño de políticas públicas que tienen como eje la educación digital.
Las mujeres son el 43% de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo y, si tuvieran el mismo acceso a los recursos productivos que los hombres, esos países podrían aumentar el rendimiento de sus producciones entre un 20 y un 30%. Además, en América Latina el 49% de las mujeres tienen ingreso medio y bajo sin acceso a las TIC.
Una de las medidas concretas que trazamos para comenzar a cambiar este panorama se trata del lanzamiento de una línea especial del programa +Simple, mediante el cual se entregan tablets a mujeres que residen en zonas rurales con el objetivo de seguir reduciendo la brecha de género y la brecha digital.
Como tenemos la certeza de que hay que redoblar la apuesta para el cambio, organizamos en estos días, una jornada que denominamos “Mujeres que inspiran: Creatividad, talento y liderazgo en medios y TIC” y que tiene como objetivo visibilizar experiencias de trabajo y contagiar a las mujeres con ejemplos prácticos, de que se puede acceder a un mundo que muchas veces estuvo vedado por estereotipos y límites culturales perimidos.
Esta es una de las tantas iniciativas que impulsamos desde Enacom para lograr en forma efectiva y masiva, el involucramiento de las mujeres con el imprescindible mundo de la ciencia y de la tecnología.