Mario Coronado

Telefónica Perú
Anteriormente se ha desempeñado como Director de Fundación Telefónica del Perú, Director de Comunicación Corporativa y Responsabilidad Social, y como Gerente de Planificación Estratégica. Antes de Telefónica, el Sr. Coronado trabajó como gerente de proyectos en la consultora internacional McKinsey & Company. Estudió Ingeniería Electrónica en la Universidad Nacional de Ingeniería, obtuvo una maestría en Ingeniería de Sistemas en Boston University y un MBA en Yale University.
“Estamos a favor del internet abierto y de la transparencia al usuario respecto de las acciones que deben tomar las empresas para dar calidad a los servicios de internet en todo momento”

Vivimos una época de constante cambio y evolución en el sector, en estos momentos, ¿cuáles diría que son los principales retos que afronta en Perú el sector de telecomunicaciones?

Tanto el Perú, como la región y el mundo entero se encuentran experimentando una revolución digital. La forma como hacemos las cosas está cambiando, y con ello la forma en la que nos comunicamos. Se ha pasado de un mundo geográfico a uno virtual, donde no sólo han variado los dispositivos con los cuales nos comunicamos –de fijos a móviles-, sino que también se han trasformado las necesidades de los usuarios.

En este contexto, uno de los principales retos que afronta en el Perú el sector de telecomunicaciones es cómo aceleramos el desarrollo digital del país como palanca para el desarrollo económico y social. Tenemos que ser capaces de conectar a todos, de forma tal de que puedan formar parte de esta revolución digital. No debemos dejar a nadie atrás. Para ello, resulta relevante el desarrollo de políticas regulatorias que incentiven la inversión, igualdad de condiciones en toda la cadena de valor de la economía digital y protección de los usuarios en este nuevo entorno.

¿Cómo valora el avance de la Economía digital en el Perú?, ¿Qué hace falta para impulsarla?

Nuestro país ha dado muestras de iniciativas que buscan el despegue digital. La inversión realizada por el Estado y el sector privado son muestra de ello. Durante los últimos años, el Estado ha realizado importantes esfuerzos para conectar a más peruanos con foco en el desarrollo de la banda ancha, como es el desarrollo de la Red Dorsal Nacional que involucrará el tendido de más de 13,500 Km. de fibra óptica. Por su parte, el sector privado, a lo largo de los años ha continuado invirtiendo en infraestructura y ha logrado más de 33 millones de accesos móviles.

Sin embargo, pese a los esfuerzos realizados, esto no ha sido suficiente. Aun no superamos las barreras que imponen las municipalidades al despliegue de infraestructura. Del mismo modo, tenemos como tarea pendiente revaluar el régimen fiscal del sector para que esté alineado con sus objetivos de crecimiento. Cuando este régimen está asociado al número de accesos, como ocurre actualmente, se termina penalizando la reducción de la brecha digital, afectando a los no conectados, e impidiendo el desarrollo de iniciativas M2M. Finalmente, toca seguir impulsando la educación digital, asegurando que el 100% de las escuelas públicas estén conectadas a Internet y que los profesionales de la educación cuenten con herramientas y contenidos digitales para trasladar dichas habilidades a sus estudiantes. El Perú cuenta con un porcentaje importante de jóvenes que forman parte de la generación del milenio. Si somos capaces de desarrollar en ellos habilidades digitales, tendremos el capital humano necesario para el crecimiento de la economía digital.

A nivel más regional, ¿Qué desafíos más urgentes presentan las telecomunicaciones en América Latina en materia regulatoria?

La regulación en la Región ha venido principalmente centrándose en el sector de telecomunicaciones, pero el mercado ha cambiado y los actores también. El principal reto que enfrenta hoy es cómo garantizar una experiencia digital abierta al usuario en todo el ecosistema digital.

Las políticas públicas han de reconocer la competencia existente entre compañías y servicios que anteriormente operaban en mercados separados. Es fundamental garantizar un trato igualitario, con reglas uniformes ante servicios similares. Es imprescindible que las políticas se adapten al nuevo entorno digital.

Asimismo, creemos que los países de América Latina tienen como reto avanzar en la integración regional en materia regulatoria. El intercambio de buenas prácticas es un primer paso, pero también es importante compartir principios comunes de fomento a la inversión, a la competencia y a la protección de los derechos de los usuarios en el ecosistema digital, entre otros.

Gobernanza de Internet y Neutralidad de Red son dos de los términos de moda en el sector, ¿Cuál es su posición respecto de estos temas y cómo valora el trabajo de ASIET en foros de debate acerca de estas cuestiones?

Estamos a favor del internet abierto y de la transparencia al usuario respecto de las acciones que deben tomar las empresas para dar calidad a los servicios de internet en todo momento. El foro organizado por ASIET ha constituido un espacio técnico importante para intercambiar opiniones respecto de un tema tan relevante para el sector como la neutralidad de red. Ha resultado de especial utilidad conocer opiniones de académicos y expertos en la materia a nivel internacional. Estamos seguros de que este tipo de foros aportan a la evaluación que corresponde realizar a los actores nacionales sobre el particular. Por ello, valoramos mucho que se continúe con el desarrollo de estos espacios de discusión que, creemos, suman al desarrollo del sector.

Es muy interesante la iniciativa peruana Más Antenas, Mejor Comunicación. En este sentido, es conocido que los clientes desean que haya la mejor conectividad y cobertura, pero que a veces tienen dudas como ciudadanos sobre la instalación de antenas. ¿Cómo cree que debe trabajarse en este sentido?

Consideramos que la campaña lanzada por la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional – AFIN, “Más Antenas, Mejor Comunicación”, ha sido muy buena. Del mismo modo, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, por su parte, ha lanzado la campaña “Antenas Buena Onda”, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la inocuidad de las antenas a la población. Sin embargo, aún se requiere continuar trabajando.

Para ello, es necesario que los ciudadanos conozcan el pronunciamiento claro de una institución como la Organización Mundial de la Salud –referente en estos temas- sobre la ausencia de efectos negativos de las antenas para la salud. Ello permitirá que la población tenga la certeza de que las antenas, lejos de perjudicar a los ciudadanos, contribuyen a lograr una mayor y mejor conectividad, con efectos tangibles en la calidad de vida de las personas.

De forma adicional, se debe instruir a la población sobre el rol de las antenas en la conectividad. La población requiere siempre mejor conectividad, pero desconoce que eso va de la mano con el número de antenas existentes. Para ello es importante que continúen las campañas de educación a la comunidad sobre los beneficios de la instalación de antenas y sobre el déficit de antenas que tiene nuestro país. Por ejemplo, según la campaña impulsada por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, en Tokio existe una densidad de 99 habitantes por antenas, mientras que en nuestro país existen 3,462 habitantes por antena. Con estas cifras, es imposible que la conectividad alcance estándares internacionales.

Respecto a nuestra Asociación ¿Cuál cree que es el principal aporte de ASIET a las Telecomunicaciones en América Latina? ¿Qué retos ve que tenemos por delante a corto y medio plazo como organización?

Tanto el sector público como el sector privado en América Latina buscan el desarrollo de las telecomunicaciones y existe una visión común respecto de su importancia para el progreso económico y social. Pero no necesariamente se comparte una visión común respecto de las medidas necesarias para lograr dichos objetivos. El principal aporte de ASIET es, justamente, fomentar el diálogo público-privado para intercambiar buenas prácticas y lograr coincidencias respecto de lo que se tiene que hacer para promover una mayor inversión y el crecimiento del sector.