En general pocas mujeres eligen la carrera de Ingeniería. Afortunadamente mi familia nunca objetó mi elección de carrera, algo que no es necesariamente frecuente ya que existen algunas costumbres en asociar algunas carreras a roles femeninos o masculinos.
Si bien he podido desarrollar mi carrera sin inconvenientes, sé que muchas oportunidades laborales no se concretaron simplemente porque soy mujer. Las costumbres van cambiando y las profesionales más jóvenes no experimentan tanto estas limitaciones en sus carreras, aunque algunas costumbres persisten.
Sobre el tema género e ingeniería, me involucré casi de manera casual. Hace unos diez años yo formaba parte del comité organizador del Congreso Mundial de Ingeniería en Buenos Aires, donde había propuesto crear un espacio especial para las TIC el que también quería coordinar. Para mi sorpresa en la siguiente reunión del comité me informaron que se había designado un colega ingeniero en ese rol. Como compensación me propusieron liderar el “Foro de Mujer e Ingeniería” del Congreso y acepté el desafío. Hasta ese momento nunca había investigado o trabajado esta dimensión de nuestra carrera.
El foro resultó todo un éxito y desde entonces he desarrollado una “mirada con perspectiva de género” la que tengo presente en todo momento. Cuando miro una foto en un diario, cuando veo un panel en un evento, cuando debo seleccionar candidatas y candidatos para cursos o becas, siempre analizo la perspectiva de género. Esto no significa que siempre logre resolver el problema, sin embargo me ayuda a percibir la situación y eventualmente pensar en posibles caminos para resolverlo.
Desde entonces he liderado una serie de actividades para informar, concientizar y también para entender la situación. De todas estas actividades la que me resultó más enriquecedora es una que iniciamos con mi amiga Asha Hemrajani de Singapur, miembro de la Junta Directiva de ICANN. Nos propusimos crear un espacio de diálogo en las reuniones de ICANN para entender por qué tan pocas mujeres ocupan lugares de liderazgo en organizaciones de Internet.
Organizamos una primera reunión invitando sólo a colegas varones líderes de distintas organizaciones del ecosistema de Internet, si bien la invitación era específicamente para ellos, curiosamente todos –salvo uno que fue en persona- enviaron a mujeres en representación de sus organizaciones. Las reuniones siguieron por varios años y llegamos a algunas conclusiones interesantes.
Por ejemplo, la mitad de la Junta Directiva de ICANN es seleccionada por un comité entre quienes se postulan para ocupar ese rol. Aquí la primera barrera es que muy pocas mujeres envían su postulación. Entonces hablamos con colegas mujeres y les preguntamos por qué no enviaban su postulación a estos puestos de liderazgo. Todas contestaban lo mismo: “porque no me van a elegir…”. Por lo tanto el primer paso para achicar esta brecha es postularse. No lleva mucho tiempo y puede que no las elijan. Pero si no se presentan, es seguro que nunca las van a elegir.
Otra barrera es el tiempo disponible. La mujer profesional en general se debe hacer cargo también de una serie de tareas relacionadas con el hogar, hijos, padres mayores. El balance es complejo y puede resultar agotador en algunas etapas, y entonces muchas mujeres prefieren no agregar más responsabilidades a todas sus tareas habituales. En este sentido creo que las nuevas generaciones de parejas comprenden mucho mejor esta situación y hombres y mujeres pueden balancear estas responsabilidades. Como lo he dicho muchas veces, tengo grandes esperanzas en las nuevas generaciones para que estos temas se vayan resolviendo.
Cuando era joven me parecía que crear cuotas para minorías o género generaba distorsiones y que esto se resolvería por el mérito. Hoy he cambiado esta perspectiva y creo que establecer cuotas puede ser importante para ir creando experiencia y modificando la cultura. Actualmente existe una percepción “tácita” de las cuotas cuando en distintas organizaciones se busca el balance de género, creando más oportunidades para mujeres o miembros de minorías. Creo que es positivo y ayuda a ir resolviendo la brecha.
Finalmente quiero recordar la consigna de mucha de las actividades que hemos organizado, nuestros países necesitan más gente formada en TIC y existe una importante de manda de trabajos bien remunerados. Esto es una gran oportunidad para mujeres. Si bien es muy importante la vocación, los jóvenes al elegir sus carreras deben también pensar que es importante sustentarse económicamente. En el caso de las mujeres es más importante porque les da independencia económica para desarrollar su vida y carrera con libertad. Y la libertad es por lo que los seres humanos luchamos desde hace miles de años.