Arturo Robles
Comisionado en IFT, México

La importancia de los consensos en el desarrollo sustentable de la economía digital

El Internet y la banda ancha han dejado de ser tecnologías utilizadas únicamente para la comunicación y búsqueda de información para convertirse en el habilitador de múltiples derechos, del desarrollo económico y social, así como de la llamada Era Digital.

Aunado a la capacidad de comunicación instantánea y sin fronteras que posee Internet, la integración de “tecnologías avanzadas en sistemas físicos y digitales, el predominio de modelos de negocios innovadores y nuevos procesos, y la creación de productos y servicios inteligentes¹” han traído como consecuencia lo que hoy se denomina como Economía Digital.

Este nuevo paradigma se desenvuelve en un entorno de convergencia de distintos agentes económicos como son personas, negocios y el conjunto de tecnologías a través de internet, cuya concurrencia de billones de conexiones en línea permite el análisis de datos, la mejora de procesos y otorga un alto grado de previsibilidad en cuanto a la producción de bienes y servicios.

De esta forma, en la Economía Digital existe una innovación continua gracias a la mejora permanente en la prestación de servicios aunado al constante perfeccionamiento de la eficiencia de los procesos productivos, lo cual produce a su vez un “efecto contagio²”, es decir, cada vez más industrias, más sectores, más actividades y más personas están adoptando y explotando mayormente las nuevas tecnologías resultando en lo que se ha denominado como Transformación Digital.

De acuerdo con un análisis reciente de la OCDE, las empresas en los sectores de uso intensivo digital disfrutan en promedio de un 13% a un 16% más de margen de ganancia que las empresas en los sectores de menor uso de las tecnologías digitales³. Por ello, se prevé que continúe creciendo el valor del ecosistema de tecnologías, contenido, video y telecomunicaciones hasta alcanzar $44.89 millones de millones (Billones) de pesos en 2020

La Economía Digital desde el punto de vista de la oferta, identifica escenarios con efectos combinatorios entre las diversas tecnologías que aceleran el cambio tecnológico y multiplican los beneficios de las empresas. Es decir, la combinación de distintas tecnologías permite multiplicar los beneficios por las sinergias generadas entre ellas. Al representar este entorno como un ciclo, es posible identificar los elementos en los que se produce y fabrica en la nueva era digital: desarrollo del capital humano, software, análisis de datos, algoritmos y comunicación en tiempo real.

Dichos elementos definen la forma en que se “gestiona, optimiza y se comparten” los bienes, los datos y las tecnologías para la creación de valor.

La cadena de valor de la producción de bienes y servicios a través de plataformas digitales de una empresa generalmente se encuentra distribuida en diferentes zonas geográficas. Por lo que, el uso de la información, el análisis de los datos, la ética de los algoritmos, los criterios para salvaguardar la privacidad, dependen de la normativa aplicable en el país en la que realiza alguna de las actividades de la cadena de valor digital, los cuales muchas veces tienen distintos estándares normativos en cada una de las actividades distribuidas de forma descentralizada.

Por lo anterior, es necesario generar de forma colaborativa políticas flexibles, adaptables, realizables y ejecutables, de forma que, independientemente del país, se normen y respeten las obligaciones y derechos de usuarios, proveedores de servicios y del resto de los participantes en el ecosistema digital. En otras palabras, deben construirse políticas que preserven y protejan la capacidad de innovación en un ambiente de piso parejo, cuidando en todo momento los derechos de los usuarios inmersos en la Economía Digital. Generar confianza para los usuarios con la finalidad de incentivar el consumo de bienes y servicios digitales es piedra angular de la sustentabilidad del ecosistema digital.

En el ámbito de Gobernanza de Internet se ha demostrado que los consensos son un mecanismo eficiente, exitoso y lo suficientemente flexible para que, a través del conocimiento y participación de todas las partes interesadas, se tomen decisiones que produzcan resultados eficaces. Por ello, se considera que para encarar las estructuras dinámicas y sin fronteras que tiene la Economía Digital podemos importar los esquemas probados en gobernanza de internet o esquemas colaborativos probados, por ejemplo, en la Comunidad Europea.

Los consensos son particularmente útiles en normativas que se caracterizan por generar importantes costos de oportunidad y cuyos efectos tienen consecuencias diferenciadas para los diferentes actores. Para que los consensos tengan un mayor impacto y se genere una Economía Digital sustentable es necesario realizarlos bajo un entorno de mayor armonización y transparencia, para que la protección sea conocida por los usuarios y a nivel global o regional. El objetivo final, debe ser lograr que los usuarios en el entorno digital usen las nuevas tecnologías en un entorno de mayor confianza, por ello debemos encaminar los esfuerzos para dar forma a mercados inclusivos y sostenibles en un ambiente de competencia y libre concurrencia tutelando la integridad de las personas a través de la protección de los datos personales.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones de México como regulador y garante de la competencia económico en el sector de las telecomunicaciones, consciente del impacto que tiene la Transformación Digital en el desarrollo económico del país, busca en su regulación prospectiva generar una visión nacional consensuada entre los diferentes interesados. Lo anterior, generará un entorno favorable para el desarrollo sustentable, la innovación y la protección de los derechos en la Economía Digital

¹Internal Market, Industry, Entrepreneurship and SMEs (European Comission).

²Perspectivas de la OCDE sobre Economía Digital

³OCDE 2019 Measuring the Digital Transformation (A roadmap for the future).