José Juan Haro

Dir. de Políticas Públicas para América Latina Telefónica
Conversamos también sobre el rol de e-LAC en la concreción del proyecto y el compromiso de Telefónica en este sentido. Finalmente, tocamos el tema de las empresas que dan servicios sobre internet y la asociación de Telefónica con alguna de ellas en determinados proyectos.
“Nuestros países no serán relevantes en la economía digital si no somos capaces de desarrollar habilidades digitales en nuestra población”

1- ¿En su opinión, qué retos tiene por delante Latinoamérica para desarrollar su economía digital?  ¿A juicio de Telefónica, cuáles son los puntos prioritarios en los que deberían enfocarse las políticas públicas? 

Creo que el primer reto que tiene la región es el de aceleración. Venimos hablando a lo largo de la última década sobre la transformación digital y la realidad es que estamos avanzando lento. Esto exige la atención de las grandes corporaciones, como Telefónica, aunque también la de las pequeñas empresas. Pero sobre todo de la sociedad en su conjunto y de las organizaciones públicas. Si no somos capaces de acelerar el cierre, la brecha en el desarrollo de la economía digital frente a los Estados Unidos, Israel, China o India, se continuará ampliando. La cuestión es cómo hacemos para mover toda esa maquinaria  y en especial, qué se puede hacer en el ámbito de las políticas públicas.

Desde Telefónica pensamos que la base del cambio de las políticas públicas tiene que cimentarse en el cambio institucional. La mayor parte de los países de América Latina tienen Ministerios de Telecomunicaciones o Ministerios de Transporte y Telecomunicaciones que tienen que ver sólo con una parte del fenómeno de la economía digital. Pensamos que es esencial transformar los actuales ministerios en ministerios encargados de las agendas digitales, encargados de liderar la transformación digital de la administración pública y de establecer las grandes líneas de política para la transformación digital de la economía en su conjunto.

Para hacer esto pensamos que hay algunas líneas de trabajo que son fundamentales. La primera tiene que concentrarse en el capital humano. Es imposible pensar que nuestros países serán relevantes en la economía digital si no somos capaces de desarrollar habilidades digitales en nuestra población. La transformación de la educación debe hacerse en todos los niveles, tanto a nivel básico como a nivel universitario y también en la capacitación en el empleo.

En segundo lugar, es muy importante la política que se desarrolle para la infraestructura digital. Con capital humano, pero sin infraestructura digital (esto es, sin redes de última generación desplegadas en todo el territorio nacional) es imposible acelerar la economía digital de los países. Y esto lo que exige es una revisión profunda de los marcos institucionales en los que nos movemos.

Pongo simplemente una idea sobre la mesa: un reciente estudio, publicado por el Centro de Estudios de Telecomunicaciones de América Latina (cet.la), muestra como en Latinoamérica el sector de las Telecomunicaciones es incidido con una exacción fiscal 50% superior a la media del resto de los sectores de la economía. Es imposible aceptar que esta política sea consistente con el grado de prioridad que se le quiere dar a la transformación digital de nuestras economías. Urge, por tanto, rebalancear las cargas fiscales sobre el sector.

¿Qué otras cosas habrá por hacer? Pues sin duda alguna muchas otras cosas, porque no se trata solamente de desarrollar la economía digital, sino también de asegurar que el valor creado por esa economía digital es apropiado por las sociedades latinoamericanas. Esto exige una revisión de la situación actual que se produce por la inaplicación de los marcos legales y de los marcos fiscales a las empresas proveedoras de contenidos y servicios digitales que se encuentran basadas fuera del territorio latinoamericano.

El centro de la cuestión es que no es posible que grandes proveedores de servicios digitales ubicados en territorio de los Estados Unidos u otras economías, no contribuyan al pago de impuestos en la misma medida que lo hacen sus competidores en los mismos sectores; bien sea en el sector retail, o el sector bancario o el financiero.

Es necesario apoyar políticas para el desarrollo de la economía digital y asegurar, además, que esa economía digital produce beneficios para todos.

2- ¿Qué medidas se podrían implementar para mejorar el uso productivo que se hace de las TIC en América Latina?  

El estudio que publicó el Prof. Raúl Katz hace algunos años como parte de un esfuerzo conjunto de CEPAL, ASIET y CAF, sobre el ecosistema y la economía digital, venía a destacar el lado positivo de las cosas: que existen «unicornios», que existen empresas innovadoras en el sector digital en América Latina capaces de triunfar a nivel internacional. El caso más citado es el de Mercado Libre en Argentina. Este estudio trataba de explicar las razones por las cuales este fenómeno había aparecido. La hipótesis de la cual partía el Prof. Katz, que compartimos absolutamente en Telefónica, es que esa experiencia es replicable. En Telefónica lanzamos hace algunos años Wayra, luego creamos una plataforma completa de promoción del sistema de startups en el ámbito digital bajo el paraguas de Telefónica Open Future, y estamos invirtiendo fuertemente en el desarrollo del sector innovador de América Latina. Es imposible que la economía digital se desarrolle en nuestras regiones sin la promoción del emprendimiento; sin la creación de ambientes que favorezcan la innovación. En Telefónica estamos convencidos de esto y no solamente se lo pedimos a los gobiernos, sino que predicamos con el ejemplo.

3- Una de las propuestas que se impulsan desde el e-lac y en la que ASIET también ha estado fuertemente involucrado es la de la posibilidad que se cree un Mercado Digital Regional, como forma de incentivar este uso productivo de las TICs adentro de nuestro entorno, apoyándonos en la ventaja de que hay una cultura y lenguas común ¿Cuál es la posición de Telefónica respecto de impulsar este Mercado Digital Regional? 

Yo creo que e-lac es un mecanismo extremadamente provechoso. Ha servido para compartir buenas prácticas y para acercar a las distintas autoridades interesadas en el sector, pero por otra parte, es un mecanismo que tiene ya más de 10 años y a lo largo de estos 10 años ha sido incapaz de producir soluciones panregionales.

Frente a esta realidad, la visión que nosotros tenemos es una que pone el foco en la coopetencia; es decir, al tiempo que se promueve la compartición de mejores prácticas a través de e-lac y al tiempo en que se acometen iniciativas de carácter regional, es necesario que los países tomen decisiones independientemente y que compitan entre sí, por decirlo de alguna manera.

Es indudable que hay algunas economías que van por delante en el desarrollo de la economía digital en la región, como es el caso de Colombia o Chile. México está apuntando también algunos tantos en este terreno. El resto de los países van por detrás. Sería injusto para Colombia, Chile o México que tuvieran que esperar al entendimiento regional para moverse hacia la transformación digital de sus economías.

4- Volviendo al tema de la competencia que se da entre algunos servicios sobre internet y los servicios que dan las operadoras, a veces se dan sinergias como cuando se ofrecen planes que incluyen redes sociales o esta alianza que se va a dar entre Telefónica y Netflix ¿Cómo están valorando estos desafíos? ¿Cómo piensa Telefónica adaptarse a los cambios que están surgiendo en el mercado audiovisual? 

Esta semana le hicieron la misma pregunta a nuestro presidente José María Álvarez-Pallete, durante la junta general de accionistas de Telefónica. Lo que respondió es que «en Telefónica pensamos que es esencial la cooperación dentro del ecosistema». Nosotros somos, fundamentalmente, proveedores de conectividad digital y exploramos la provisión de servicios y contenidos en otros espacios de la cadena de valor: en vídeo, en el IoT, entre otros. Es indudable que el espectro de las necesidades del consumidor tiene que resolverse a través de la provisión conjunta de servicios y contenidos por distintos agentes. Pensamos que la colaboración es esencial. Ahora bien, esa colaboración debe producirse en un mercado en el cual todos los agentes estén sometidos a las mismas reglas de juego. Lo que nos parece injusto es que algunos, particularmente los operadores tradicionales, estemos sometidos a una presión fiscal y regulatoria que otros jugadores establecidos fuera de la región no soportan.

Ahora bien, este es un tema de política pública. En el ámbito privado seguimos cooperando. Tenemos cooperaciones con Netflix, con Google, también con Facebook en diferentes proyectos en Latinoamérica. Y estamos muy contentos con esas colaboraciones.

Sólo por dar un detalle adicional en relación al acuerdo con Netflix al que hace referencia, subrayar que supone un gran paso adelante en la apuesta de Telefónica por la innovación abierta y la colaboración con compañías líder y nos permite seguir avanzando en el objetivo de ofrecer a nuestros clientes la oferta de contenidos más completa posible, ya sea producción original de Telefónica o de terceros en todas nuestras plataformas multicanal.

5- Telefónica está vinculado a ASIET desde sus inicios y ahora usted ocupa una de las vicepresidencias rotatorias de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones. ¿Cómo valora el rol que juega ASIET en el sector en la región actualmente? 

ASIET tiene una contribución esencial en la política industrial, en el entendimiento de las conexiones entre el desarrollo digital y la Política con P mayúscula.

Y creo que ese espacio, que es el espacio de la Banda Ancha, del Internet, el espacio de la Economía Digital, ha sido ocupado, con mucho éxito, por ASIET. Y está asegurando que la reflexión no solamente venga desde el sector de telecomunicaciones hacia el resto del ecosistema, sino también viceversa.  Está construyendo un espacio de conversación con otros agentes (con los agentes de Internet, como Internet Society, con el IGF, etc) que creo que es muy bienvenido.

Y, además, ASIET es un espacio de conversación Público-Privada. El hecho mismo de que tengamos este Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones este año en Cuba, y en ediciones anteriores en México, Colombia en cooperación con bancos de desarrollo y con Gobiernos de la región, dice mucho del rol que la Asociación está cumpliendo.

Nosotros estamos muy satisfechos de ser parte de ASIET y haber contribuido a su evolución positiva, con toda humildad.