Su trayectoria le ha permitido convertirse en la primera Presidenta Ejecutiva de una organización muy importante en el entorno costarricense y centroamericano, ¿cuáles considera usted que son los principales hitos en su desarrollo profesional como ingeniera, y en su camino a la dirección del ICE?Inicié mi carrera prof en el ICE hace 17 años. Salí de la
Universidad y con el título bajo el brazo ingresé en el ICE al día siguiente de graduarme. Mi primer año de trabajo en el ICE fue en un departamento donde nos encargábamos de dar seguimiento a los costos de los proyectos. Luego pasé a planificación eléctrica, donde el trabajo para mí era una pasión porque siempre disfruté mucho el trabajo de campo, fueron años de largas caminatas en la montaña. Alrededor del año 2003 el jefe que tenía en ese momento me pidió que abriera la mente y buscara proyectos de energías renovables, no solo la hidroeléctrica, y empecé a estudiar la biomasa, la energía solar y la eólica, y fue en esos años cuando se acercó la cooperación alemana y me ofreció trabajar con ellos en un proyecto de energía renovable y eficiencia energética para Costa Rica y los países la región Centroamericana. Fue una decisión difícil, sin embargo consideré que me permitiría ampliar mis horizontes de conocimiento y mi relacionamiento a nivel nacional y regional. Acepté el reto y fui coordinadora para Costa Rica de ese programa por 4 años; fue esa oportunidad la que me abrió las puertas en otros sectores y mejorar la relaciones con otras cámaras como la de industria o turismo, empecé a conocer a los diferentes actores en materia de electricidad de la región, y a estrechar lazos con los ministerios y secretarías de energía en la región centroamericana.
Estando en la cooperación alemana recibí una llamada del exministro Edgar Gutiérrez Espeleta. Me llamó hace 4 años y medio cuando el expresidedente Luis Guillermo Solís había ganado las elecciones y me preguntó si estaba dispuesta a subirme en el barco con él y asumir las riendas del cargo de Viceministra de Medioambiente y Energía, y acepté el reto, los 4 años de Viceministra fueron un fogueo muy importante para poder asumir el puesto en el ICE. Al finalizar el gobierno, el actual Presidente, Carlos Alvarado, me preguntó qué ideas impulsaría con más fuerza si tuviera la oportunidad de estar a cargo del ICE, y unos días después me llamó y me dijo que consideraba que era la persona ideal. Me pidió que asumiera como Presidenta Ejecutiva.
2. Usted, como ingeniera civil y Presidenta del ICE, ha roto muchos paradigmas en términos de la participación de la mujer, atravesando el conocido como techo de cristal, ¿influye el género en el estilo de liderazgo? ¿Cómo lo ejemplificaría en su caso?
Sí influye, pensamos diferente. Aquellas que somos madres desarrollamos otro sentido extra que nos permite estar en distintos sitios al mismo tiempo, y la sensibilidad de ver un poco más allá. Los 4 años que estuve como viceministra fueron muy interesantes porque en las reuniones en el Sistema de Integración Centroamericano (SICA) era la única mujer, y sin embargo llegué a ganarme el respeto de los colegas en el ámbito técnico. Desde que decidí estudiar ingeniería civil siempre tenía que dar una milla extra para demostrar que una es capaz de hacerlo igual o mejor que los hombres. Sin embargo, hoy tengo una bonita relación con mis colegas de la región, una relación de respeto mutuo.
En cuanto al estilo de liderazgo, influye la personalidad. Soy sensible y me gusta ser directa y sincera; y no soy muy vertical, soy más horizontal. Constantemente estoy invitando a los colaboradores a que hablemos de tú a tú y a buscar las soluciones juntos. Una anécdota, cuando estaba en el gobierno acompañé al presidente y al Ministro a una reunión con los guardaparques sobre sus beneficios salariales. Estábamos en una reunión-desayuno, pero no había meseros y a nadie se le ocurrió servir la comida, entonces yo me levanté y empecé a servirla; ahí empezó a relajarse la reunión. En ese tipo de cosas no creo en la jerarquía, cualquier persona puede servir un café o sacudir una mesa. Mi estilo es compartir mi día a día y no tengo reparo en decir lo que me gusta o no; trato de ser muy natural. Mi estilo es más conciliador, y creo q eso sí tiene que ver con el género, creo que las mujeres buscamos cómo arreglar las cosas, en vez de hacer más grande el problema.
3. Centrándonos en nuestro sector, el ICE en su vertiente de telecomunicaciones, es miembro de ASIET desde hace más de 30 años, ¿cuáles son los principales retos y desafíos del Instituto en este ámbito, donde la marca Kölbi se encuentra bien posicionada y ha sido ejemplo de innovación en la región?
El reto más grande es tener la habilidad de ajustarnos a los cambios tecnológicos y en los comportamientos y patrones de consumo de nuestros clientes. Hoy día en telefonía móvil el reto es llegar a todas las necesidades y a todas las generaciones. Procuramos que los mayores no se queden atrás tecnológicamente, darle capacitación y ver esa sonrisa cuando aprenden a usar whatsapp o google y saben buscar información o recordar canciones y fotografías; una ve ese brillo en sus ojos al ver lo que son capaces de hacer con un teléfono. A la vez debemos tener agilidad para cubrir las expectativas de un empresario que necesita siempre estar conectado, o las necesidades de universitarios, gamers, o adolescentes. Son necesidades muy distintas y nosotros tenemos que ser capaces de satisfacerlas todas y hacerlo bien.
El otro reto es que ICE telecomunicaciones no es solo móvil, son otros servicios también, y todos los esfuerzos que hacemos para dar servicios como kolbi hogar (entretenimiento), o los servicios administrados que ofrecemos a los sectores públicos y privados. Un proyecto que me llena de orgullo es el Proyecto EDUS, un plan importante para nuestro sistema de salud donde todos los usuarios tenemos un expediente digital, y esa es sola la primera parte, queremos avanzar y que las citas se hagan online. o las recetas de medicamentos también se reciban de manera digital. Es un proyecto que nos devuelve a nuestras raíces, al objetivo de darle mejor calidad de vida de la gente.
4. En abril nuestro sector celebra el Día Internacional de las niñas en las TIC, ¿qué acciones y políticas públicas considera usted necesarias para atraer a más chicas a las áreas de la ciencia, tecnología e ingeniería en Costa Rica?
En Costa Rica tenemos varias iniciativas que cada año se van fortaleciendo. Hace unos meses se celebraba el Día de la Ciencia y yo estaba en una reunión en Casa Presidencial y me tocó ver a muchas niñas que venían a tener un encuentro con la Primera Dama. Eran niñas que habían obtenido los primeros lugares en la feria científica, y pudieron interactuar con la Primera Dama, con la Viceministra de Ciencia y Tecnología y otras mujeres miembro del gabinete, que las impulsaron a continuar y a luchar por el sueño de convertirse en lo que quieran ser.
Otra iniciativa que ha tomado fuerza en los últimos años se llama Woman Connecting, un proyecto que busca compartir espacios para networking entre mujeres y tejer alianzas para dotar de herramientas a mujeres dispuestas a avanzar en carreras técnicas, de ingeniería y que buscan ese espacio en ámbitos laborales donde usualmente quienes han estado son hombres. Participé en uno de sus foros junto a la ingeniera Sandra Kauffmam -que ha desarrollado proyectos importantes en la NASA- o una de las ingenieras que dirige un proyecto en la Antártida. Ejemplos de mujeres que han
decidido estudiar carreras atípicas a lo que usualmente conocemos, y creo que esos espacios son importantes. En esa actividad de Woman Connecting invitan a chicas de escuelas para que puedan escuchar y conocer a mujeres que han hecho carrera dentro y fuera del país en puestos importantes.
Costa Rica hace varios años emitió la política de paridad de género en el poder Ejecutivo y en las Juntas Directivas, eso ha permitido abrir espacios a las mujeres para que puedan aportar desde puestos de altas dirección en las diferentes instituciones y en las diferentes empresas. Cuando las chicas ven mujeres que han llegado hasta donde han llegado eso les da fuerza para seguir adelante, y les da valentía. ¿Ella lo logró?, pues yo también puedo.