Sin lugar a dudas, las tecnologías de la información y las comunicaciones constituyen una de las principales herramientas para la generación de beneficios sociales y económicos en los países. Así como sucedió con el vapor en el siglo XIX y con la electricidad a principios del siglo XX, hoy la tecnología nos permite aumentar la eficiencia de cualquier industria.
La humanidad está transitando un camino extraordinario de la mano de la conectividad móvil como un nuevo punto de partida para nuevas formas de colaborar, socializar e interactuar entre las personas y, en la próxima década, las redes móviles de 5G habrán comenzado una nueva era: la de la digitalización. Un futuro digital que tendrá un enorme valor socioeconómico.
Pero este salto tecnológico no será uno más, será uno de los principales agentes de cambio, catalizadores de la innovación y de la transformación industrial. Será una ola de nuevo valor con la creación de competitividad para todos los sectores, la generación de empleo y el crecimiento sostenible del PIB de los países a largo plazo. 5G será el gran inductor de inversiones para la próxima década¹. Dentro de unos años un país sin esas redes no atraerá a nuevas industrias. Sería como pensar en instalar hoy una fábrica sin electricidad o rutas de acceso.
En ese contexto, la tecnología 5G no sólo resulta esencial para apoyar el crecimiento continuo y masivo de la capacidad de banda ancha móvil y la expansión de las redes de 4G. Las implicancias se extenderán mucho más allá de conexiones más rápidas para teléfonos móviles. Permitirá una sociedad digital conectada y actuará como una base fundamental para la 4ta Revolución Industrial, basándose en la escala de miles de millones de dispositivos conectados en la banda ancha móvil y en un ecosistema global de proveedores². De hecho, muchas de las nuevas tecnologías más prometedoras requerirán de tecnología 5G para convertirse en realidad: ciudades inteligentes, automóviles autónomos, Internet de las cosas industrial, salud digital, experiencias inmersivas VR/AR o comunicación de máquinas de misión crítica que requieran alta confiabilidad, alta disponibilidad y muy baja latencia para control de procesos e interacción en tiempo real con humanos y con otras máquinas. A su vez, permitirá multiplicar la contribución actual que ya hace la industria de las TICs para mantener el cambio climático por debajo de 1,5 grados y para cumplir los objetivos de desarrollo sostenible (SDGs).
Por lo tanto, definir el 5G como uno de los elementos más importantes en la agenda de competitividad de los países, especialmente en Latinoamérica en donde aún debatimos las diferentes vías para cerrar la brecha digital, es precisamente preparar el terreno para atraer nuevas inversiones en el futuro. Estas inversiones aumentarán el nivel de actividad económica, aumentarán los ingresos e inducirán, a su vez, nuevas inversiones en un círculo virtuoso. Por ejemplo, en un estudio de Ericsson realizado con nuestros socios tecnológicos de diferentes industrias, hemos evidenciado que, en promedio, el 70% de las industrias piensan tener sus primeros casos de digitalización para el 2021. Así pues, los agresivos tiempos de despliegue se explican por las altas expectativas y la confianza en que una implementación temprana les dará una gran ventaja competitiva. De los 10 grupos de industrias relevados (ej. agricultura, comercio, transporte, energía, salud, turismo, entretenimiento, etc.) se evidencia una mínima dispersión en las respuestas (entre 68% y 82%) por lo que prevemos que la digitalización abarque a la gran mayoría de ellas.
A medida que nuestras sociedades enfrentan desafíos cada vez más complejos, la colaboración público-privada es crucial para diseñar tecnologías que sean fáciles de adoptar, usar y escalar. Es por ello que, para aprovechar al máximo el potencial de 5G, se requiere que la comunidad global articule las medias necesarias para eliminar todo tipo de barreras normativas y facilitar políticas sectoriales para modernizar la infraestructura de las redes y la creación de los nuevos modelos de despliegue que serán necesarios.
El momento es ahora, ya que los primeros despliegues de 5G comenzaron a ser realidad³ y el mercado está en su etapa inicial. Es crucial la colaboración entre todos los sectores para alcanzar la alineación que impulse un ecosistema de muchos actores y con beneficios para el consumidor y para el propio negocio.
Es por ello que para dar el salto hacia una sociedad digital verdaderamente conectada, se requiere simplificar la forma en que trabajamos y que los gobiernos opten por reglamentaciones propositivas en vez de punitivas (ej.: excesivas multas por indicadores de servicios) contemplando, por ejemplo, mecanismos de auto-regulación, fomento de la competencia, y entornos convergentes e innovadores que propician las inversiones y la previsibilidad necesaria para ser competitivos en un mercado que ya no es más nacional sino global. También, es indispensable trabajar para eliminar barreras, como la burocracia que dificulta el despliegue de infraestructura móvil.
La disponibilidad y la armonización internacional oportuna del espectro radioeléctrico es otro punto esencial a tener en cuenta a fin de asegurar la competitividad y las economías de escala necesarias. A nivel nacional, es clave contar con una clara hoja de ruta del espectro (bandas a asignar, calendario de subastas, condiciones de renovación de licencias) que den previsibilidad para las inversiones a futuro, así como también lograr un trade off entre las necesidades de monetizar de inmediato el recurso o incentivar el despliegue con los beneficios económicos y sociales derivados a mediano y largo plazo.
Complementariamente, se requiere contar con un Plan Digital Nacional Digital efectivo e incentivar la interacción transversal de las distintas áreas estatales que promuevan la digitalización de sus respectivos sectores con la adecuación de sus marcos normativos y el fomento de mecanismos de inversión con acceso a fuentes de financiación/cooperación. Asimismo, es importante crear un entorno digital seguro, confiable y con estrategias de ciberseguridad modernas que tengan en cuenta las redes de infraestructura crítica.
Finalmente, debemos pensar en herramientas de política claras para favorecer un entorno móvil expansivo, ya que las iniciativas del sector público resultan críticas para generar las condiciones apropiadas que estimulen la innovación y los despliegues necesarios para que Latinoamérica esté preparada en esta nueva era digital.
¹Según nuestro reporte “5G Business Potencial” las inversiones en digitalización de la industria están creciendo y generando ingresos para los jugadores de TIC con un valor estimado de USD 3.3 billones para 2026. https://www.ericsson.com/en/networks/trending/insights-and-reports/the-5g-business-potential
²Ericsson Mobiliy Report, Junio 2019 https://www.ericsson.com/en/mobility-report/reports/june-2019
³En la actualidad Ericsson está presente en 15 redes comerciales vivas de 5G desplegadas en 4 continentes lo que representa 2/3 del total actual.