El anuncio de Facebook de tributar sus ingresos publicitarios en cada país donde tiene sede física es una buena noticia, un ejemplo que debería ser seguido por otras multinacionales que operan sobre internet.

  • Facebook anunció su intención de cumplir entre 2018 y 2019 con sus obligaciones fiscales en los países donde cuenta con sede física. Este primer paso es una muy buena noticia, pero deja aún importantes aspectos por resolver.
  • El anuncio debería constituirse como ejemplo para otras empresas que ofrecen servicios sobre internet y tributan en jurisdicciones externas, obteniendo ventajas fiscales en perjuicio de las arcas públicas.
  • Desde ASIET hemos expresado que todos los actores del Ecosistema Digital debemos contribuir equitativamente al financiamiento de los Estados, que no debe haber un tratamiento discriminatorio entre servicios, ya sean digitales o no, y que en principio debe tributarse en el país en el que se realizan las ventas y/o servicios.

El pasado 12 de diciembre Facebook anunció un cambio operativo, por el cual los ingresos publicitarios generados en los 25 países donde la empresa cuenta con sede física serán registrados localmente, por lo que no continuarán realizando esos registros a través de su sede internacional localizada en Irlanda, desde donde se obtienen ventajas de índole fiscal.

Dicho cambio operativo se llevará a cabo durante el año 2018 y la primera mitad del 2019, período en que se espera que la medida redunde en un incremento del pago de impuestos en aquellos países en los que Facebook cuenta con sede física, al pasar a tributar localmente. Así, se revertiría la tendencia a la erosión de la base imponible que tanto perjudica a las arcas públicas en varios países, conducta adoptada por algunos jugadores globales que ofrecen servicios en Internet sin pagar tributos localmente y haciendo uso de paraísos fiscales, perjudicando a los Estados y obteniendo para sí ventajas competitivas frente a empresas que ofrecen servicios similares y que tributan en cada país.

Pese a este cambio significativo, aún falta resolver la situación impositiva en aquellos países en los que la empresa no cuenta con presencia física pero realiza operaciones comerciales, como es el caso de la mayoría de los países en latinoamérica, salvo algunos como Argentina, Brasil, México o Colombia.

Desde ASIET valoramos positivamente la medida, que debería ser adoptada por todos aquellos actores que ofrezcan servicios digitales sobre internet y que actualmente tributan en jurisdicciones, externas obteniendo ventajas fiscales. Es necesario encontrar mecanismos para que una medida como la anunciada sea extensiva a  todos los países de la región con independencia de la existencia o no  de sede física y que incluya a todos los impuestos correspondientes a las ventas y utilidades generadas en cada país. Se trata, en definitiva, de un primer paso que favorecerá la armonización fiscal dentro del Ecosistema Digital de nuestros países en beneficio de los Estados y los ciudadanos latinoamericanos. Hacemos un llamado a otras empresas globales a seguir este camino.