Cancún, 20 de junio, 14hs – Esta tarde comenzó el 4° Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones en Cancún, México. Durante la sesión inaugural, nuestro Director Ejecutivo Pablo Bello, impartió un discurso en nombre de ASIET, CAF y GSMA Latinoamérica. A continuación sus palabras.
Buenas tardes a todas y todos,
Es un honor darles la bienvenida al IV Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones en nombre de las entidades organizadoras, CAF -Banco de Desarrollo de América Latina-, GSMA y ASIET.
Es un placer volver a encontrarnos en Cancún. Quiero agradecer a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Gobierno de México y a los representantes del Estado de Quintana Roo por el apoyo brindado para hacer posible este encuentro, así como a la UIT, al IFT, a LACNIC, ISOC, ICANN, a CPR LATAM, a MediaTelecom y a todos los sponsors.
Encontrarnos una vez al año es una oportunidad extraordinaria para debatir juntos sobre los desafíos que afrontamos y compartimos. Sólo seremos capaces de avanzar rápidamente hacia la Sociedad de la Información si gobiernos, reguladores, empresas y organismos internacionales trabajamos de la mano con una agenda compartida.
No hay duda que el desarrollo de América Latina pasa necesariamente por las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Llegamos tarde a la revolución industrial. No podemos perdernos la revolución digital. Enfrentamos dos grandes desafíos: el primero, cerrar la brecha digital. El segundo, transitar del internet del consumo al internet de la producción.
América Latina ha vivido una revolución tecnológica sin precedentes en los últimos 15 años. La telefonía pasó de ser un servicio de élite a universalizarse y democratizarse. La mitad de los latinoamericanos ya estamos conectados a Internet. Las redes y servicios de telecomunicaciones constituyen por lejos la infraestructura más avanzada de la región.
Todo ello es consecuencia directa de la inversión de las empresas, la competencia de redes y la innovación tecnológica y comercial; apoyadas por políticas públicas que en general han sido adecuadas para las necesidades de la región.
Pero todavía nos queda trabajo por hacer. Cerrar la brecha digital es un esfuerzo mayor, que requiere el concurso de todos. Necesitamos más inversión en redes de telecomunicaciones, más espectro, más flexibilidad comercial, más calidad de los servicios y protección de los usuarios, más competencia de infraestructuras, menores cargas fiscales, más alianza público-privada.
A veces, perdemos la perspectiva sobre la magnitud de las transformaciones que se han producido en estos años. Vivimos ya en la era de la convergencia, y ello nos obliga a repensar nuestras políticas y marcos regulatorios, derribar dogmas y entender que las telecomunicaciones son parte de un ecosistema digital, en el que hay nuevos jugadores y nuevas formas de competir. Se requiere establecer nuevas reglas del juego para maximizar los beneficios potenciales para los consumidores y que todos los actores puedan competir en igualdad de condiciones.
Pero cerrar la brecha digital no es suficiente. Necesitamos crear riqueza, valor agregado, ser más competitivos en el mundo global, desarrollar nuevas industrias, impulsar el emprendimiento y la innovación. Debemos trabajar juntos para desarrollar la economía digital de América Latina.
Tenemos talento, creatividad y vocación emprendedora. El español es el segundo idioma más hablado en Internet. En América Latina somos más de 600 millones de ciudadanos que compartimos una historia común, una cultura, un espacio geográfico. Pero nos falta integración efectiva, nos falta derribar las murallas entre nuestros países que impiden construir una única economía digital interconectada.
Hoy, solo 1 de cada 4 de los sitios más usados por los latinoamericanos son de desarrollo regional. Con una que otra excepción, actualmente estamos exportando los recursos naturales del siglo 21: nuestros datos personales, y estamos importando plataformas y servicios foráneos.
Es por eso que resulta fundamental implementar políticas públicas que estimulen la economía digital, el desarrollo de contenidos, aplicaciones y servicios sobre internet desde la región, para la región y el mundo. Y es por eso que, como han señalado CEPAL y CAF, la creación de un mercado único digital latinoamericano es un paso estratégico y necesario.
Solo a partir del reconocimiento de lo que hemos sido capaces de construir conjuntamente es que podemos definir una agenda ambiciosa y realista para enfrentar los desafíos del futuro. A partir de ahí tenemos la tarea de lograr la plena inserción de nuestro continente a la Sociedad de la Información y configurar una economía digital vibrante y fuerte, que permita generar riqueza, empleo y prosperidad. Estamos frente a una oportunidad histórica que los latinoamericanos no podemos dejar pasar.
Nos jugamos nada menos que nuestro futuro.
Si queremos dar un salto al desarrollo tenemos la responsabilidad de escucharnos, entendernos, construir confianza y evitar dogmas y prejuicios. Solo llegaremos a la meta si avanzamos juntos. Esa es la razón de ser del IV Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones. Es por eso que estamos acá.
Muchas gracias.