Arantxa Riveros del Castillo
Directora General de los Centros de Inclusión Digital de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (México)

Desarrollo de Habilidades e inclusión digital, binomio fundamental para el futuro

El progreso de una nueva tecnología se mide desde el lanzamiento de la idea original hasta que es adoptada en forma masiva. Anteriormente, se requerían 10 años para desarrollarla y tenían que pasar otros 10 años antes de que llegara al público en general. Esto ocurrió, por ejemplo, con la adopción masiva de la televisión en color.

En la era digital, el desarrollo tecnológico avanza a una velocidad vertiginosa. En la década de los años ochenta, el desarrollo de la paquetería de Microsoft Windows 1.0 y su posterior lanzamiento al público tomó sólo dos años. Hoy en día, desarrollar y lanzar una aplicación móvil requiere, en promedio, de tan sólo algunos meses, en ocasiones, menos de un año. Esta acelerada tendencia de desarrollo y adopción de nuevas tecnologías puede explicarse a partir de la interacción de dos elementos: la creciente ubicuidad de las Tecnologías de la Información y de Comunicaciones (TIC) y el necesario desarrollo de habilidades digitales que permitan utilizar y aprovechar estas nuevas herramientas para incrementar la productividad de los individuos y mejorar su calidad de vida. Este es uno de los principales retos que enfrentan ciudadanos y gobiernos en la era digital, como precisa la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).

De acuerdo con la UIT, las nuevas tecnologías inherentes a la Cuarta Revolución Industrial son fuente importante de nuevos empleos que requieren de talento calificado, y de trabajadores con nuevas habilidades para desempeñarse en tareas profesionales vinculadas a las TIC, a las ingenierías o la robótica.

En México, el Observatorio Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social ha dado a conocer que las carreras universitarias más prometedoras en la era digital son, entre otras, la Ingeniería en sistemas Digitales y Robótica, la licenciatura en Negocios Electrónicos, las licenciaturas en Nano medicina y en Bioinformática. Pero para estar a la altura de estas nuevas circunstancias que afectarán el futuro laboral en México es necesario superar grandes retos.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares del INEGI (ENDUTIH, 2018), la razón por la que casi el 14% de los hogares mexicanos no cuenta con computadora es porque no saben utilizarla.

Por ello, la actual administración federal se propuso transformar las telecomunicaciones en México, con el afán de que todos los ciudadanos cuenten con las habilidades que les permitan aprovechar al máximo las herramientas de la era digital.

Así, uno de los ejes estratégicos de la Subsecretaría de Comunicaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, es el desarrollo de las habilidades y capacidades digitales orientado a lograr que una mayor parte de la población se apropie de las nuevas tecnologías y domine las competencias digitales. Esto permitirá a las personas elevar su productividad; encontrar nuevas oportunidades de empleo; mejorar su educación; y utilizar los servicios financieros digitales, entre otras prácticas.

Para identificar las habilidades y competencias prioritarias que favorezcan el desarrollo digital de la población al tiempo que se genera una cultura de bienestar integral, la Subsecretaría elaboró -contando con las contribuciones de la industria, la academia y la sociedad civil- el Marco de Habilidades Digitales, instrumento dirigido a formar cuadros de talento humano más productivo y competitivo y con un claro enfoque al entorno digital.

Este documento clasifica las habilidades digitales de acuerdo con su nivel de apropiación (básico, intermedio y avanzado) y considera como prioritarias la alfabetización digital; la programación y codificación; y la profesionalización en las TIC. Adicionalmente, incluye el desarrollo de habilidades complementarias actualmente demandadas por la industria, el desarrollo del pensamiento crítico, y la creatividad e innovación.

Con este nuevo enfoque de enseñanza, se rediseñaron los 32 Centros de Inclusión Digital (CID) de la SCT. El nuevo modelo incluye elementos como la capacitación y certificación de facilitadores, y próximamente, de los usuarios de los CID en los estándares de competencias laborales del Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales de la Secretaría de Educación Pública.

Actualmente, los 32 centros localizados en cada uno de los estados y ubicados en zonas de alto y muy alto grado de marginación cuentan con más de 800 mil usuarios y más de 456 mil graduados, lo que implica una tasa de éxito del 70% en lo que respecta a la generación de habilidades digitales básicas, intermedias y avanzadas en personas, a partir de los seis años.

De esta manera, el gobierno mexicano junto con la activa participación de la industria y la academia registra avances para que cada ciudadano cuente con las habilidades necesarias para emplearse y ser más productivo e innovador en la era digital.