La conectividad es esencial para impulsar el desarrollo económico y social en Colombia, la economía digital es una fuerza crucial para avanzar en la reducción de la desigualdad y aumentar la inclusión social de conformidad con los informes de la CEPAL (2013). Es así, como el sector de las telecomunicaciones se ha erigido en uno de los principales motores de la economía, según cifras de Fedesarrollo, por cada peso invertido en el sector, la economía genera $2,8 pesos adicionales, hecho que pone en evidencia el efecto multiplicador de la industria en los diferentes sectores de la productividad nacional.
La conectividad genera grandes externalidades positivas, permite a ciudadanos y empresas incorporarse en los beneficios de la economía digital, facilita el cierre de las brechas, la difusión y generación de conocimiento (Fedesarrollo, 2011). Lo que se traduce no sólo en la maximización del bienestar e inclusión social, de conformidad con el Banco Interamericano de Desarrollo (2022), la digitalización también genera un impacto en las finanzas públicas, al aumentar la recaudación impositiva y mejorar la eficiencia del gasto público.
En esa misma línea, el Departamento Nacional de Planeación, encontró que un aumento del 10% en la penetración de servicios de banda ancha puede representar un incremento del 3.9% en la tasa de crecimiento del PIB y 2.91% en la productividad de una nación. Sin embargo, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (2023), apenas el 59.5% de los hogares colombianos cuenta con acceso a internet, de los cuales el 67.5% se encuentra en cabeceras municipales y el 32.2% en centros poblados y rural disperso.
En los últimos años, Colombia ha logrado muy importantes avances en términos de conectividad, pero aun enfrentamos grandes retos. La administración del Presidente Petro se ha propuesto cerrar la brecha digital en un 85% para el final de su cuatrienio, tiene una oportunidad única para hacer de Colombia un país a la vanguardia digital de la región. La renovación del 70% del espectro, para los próximos 20 años, y la implementación de la tecnología 5G, serán el habilitador fundamental para un efectivo cierre de la brecha.
Para que esto sea posible, Colombia debe garantizar una política de espectro enfocada en garantizar la maximización del bienestar social, ajustada a valores de mercado, utilizando metodologías transparentes de valoración, tanto del espectro como de las obligaciones de hacer, que reconozcan las retadoras condiciones macroeconómicas que atraviesa el sector.
Existe suficiente evidencia que demuestra que cuando los precios de espectro se alejan de los valores de mercado, desestimulan las inversiones, retrasan el despliegue de infraestructura, se asocian a mayores costos para los usuarios, dificultando el acceso de los más pobres a la conectividad, y repercuten en una menor calidad en los servicios de banda ancha móvil.
Un reciente estudio de la Universidad Nacional (2023), encontró que los precios de espectro en Colombia están entre dos y tres veces por encima de la media regional, lo que según GSMA, impidió que para 2019 conectáramos a más de dos millones de colombianos y la velocidad aumentara en un 40%. Esta situación se ve agravada en la medida en que los ingresos del sector, durante los últimos 10 años, se han reducido en un 66%, sometiendo a la industria a condiciones muy retadoras que requieren de políticas públicas que ayuden a mitigar esa situación y estimulen el acceso de los colombianos a la conectividad y el crecimiento del sector.
El Ministro Lizcano, como nueva cabeza del sector, tiene la gran responsabilidad de ejecutar ese ambicioso proyecto de conectividad que se ha propuesto el Gobierno Nacional, tiene en sus manos la gran oportunidad para hacer de la conectividad y la digitalización el principal motor de la inclusión social, para la garantía de derechos y superación de la pobreza. La conectividad es vital para aumentar la productividad de nuestro aparato productivo y para ayudar en la transición energética de nuestra economía. Para ese propósito, cuenta con la industria como su principal aliado.