El mundo está experimentando una transformación digital, con más del 50% de los ciudadanos globales conectados a Internet. América Latina también se está volviendo digital, gracias, especialmente, a la rápida difusión de la banda ancha móvil. El 62% de los latinoamericanos estaba en línea a fines de 2017, por encima de un 4% más que en 2000.
La transformación digital ofrece muchas oportunidades para un mayor crecimiento y bienestar en América Latina. Puede dar soporte a una sociedad más inclusiva y productiva, mejorar los servicios de salud y educación, impulsar el acceso a los servicios financieros y facilitar el camino a los mercados globales para las pequeñas empresas. Al mismo tiempo, la transformación plantea importantes desafíos en cuanto a puestos de trabajo y habilidades, privacidad, seguridad, impuestos y competencia. Los políticos responsables deben garantizar que la transformación no deje a nadie atrás.
Para dar forma al futuro digital de América Latina, los gobiernos y las partes interesadas deben adoptar un enfoque de gobierno integral. La transformación digital afecta a todos los aspectos de la economía y la sociedad de manera compleja e interrelacionada, por lo que es esencial llegar transversalmente a todos los silos de política tradicionales.
El proyecto Going Digital de la OCDE ha desarrollado un marco de políticas integrado con siete pilares de acción para apoyar la transformación digital. Estos llaman a 1) mejorar el acceso a las tecnologías digitales, 2) fortalecer su uso efectivo, 3) permitir la innovación digital, 4) garantizar empleos de calidad para todos, 5) promover una sociedad digital inclusiva, 6) fortalecer la confianza y 7) fomentar la apertura del mercado.
Si bien los siete pilares son esenciales, mejorar la conectividad y el acceso asequible es particularmente importante y tiene un gran potencial para desbloquear el cambio e iniciar la transformación digital en América Latina.
Si bien se han logrado avances, 237 millones de personas siguen desconectadas en la región, de los cuales 100 millones se encuentran en Brasil, México y Colombia (ver gráfico). Solo una cuarta parte de los que están en línea tienen una conexión de banda ancha fija, y en comparación con los países de la OCDE, la penetración promedio de la banda ancha móvil es mucho menor, las velocidades son solo una fracción de las observadas en el área de la OCDE y los precios tienden a ser mucho más altos, un desafío particular dados los niveles bajos de ingresos.
El acceso asequible a la infraestructura digital debería estar, por tanto, a la cabeza de las agendas de políticas en América Latina. La reforma de telecomunicaciones de México, que contribuyó a 50 millones de suscripciones de banda ancha móvil adicionales de 2012 a 2016, demuestra las posibilidades de un enfoque proactivo. Si bien las recomendaciones concretas siempre dependen del contexto nacional, de las observaciones de la OCDE de varios países latinoamericanos, destacan algunas líneas de acción clave:
- Fomentar la competencia: un mayor nivel de competencia conduce a una mayor inversión e innovación. La entrada de nuevos jugadores generalmente conduce a precios más bajos, lo que es bueno para los consumidores.
- Facilitar despliegue de infraestructura. La simplificación y efectivización de los derechos de paso en los diferentes niveles de gobierno facilita enormemente el despliegue de infraestructura. La instalación de ductos de infraestructura de comunicación en tierra cuando se construye una infraestructura pública como carreteras o ferrocarriles (es decir, «excavar una vez») también facilita la conectividad.
- Subastas de espectro inteligentes. La disponibilidad de espectro es clave para la banda ancha móvil. Al subastar el espectro, el objetivo principal no debe ser maximizar los ingresos para el gobierno, sino diseñarlos de manera que se extienda la cobertura. Las subastas también son una buena manera de facilitar la entrada de jugadores adicionales.
- Revisión de carga impositiva. Los impuestos especiales sobre los servicios de comunicación y las altas cargas impositivas para los operadores pueden inhibir el crecimiento en el sector y frenar las ganancias en conectividad. Dado su papel central para el crecimiento y el bienestar, no se deben aplicar impuestos especiales a los servicios de comunicación.
- Extensión de la red troncal de fibra. Una red troncal de fibra es cada vez más importante para las redes fijas, pero también para las redes móviles, especialmente con la aparición de 5G. Acercar fibra a las empresas y personas en América Latina puede aumentar el uso de importantes tecnologías digitales.
Tomar medidas en estos componentes básicos de la transformación digital, podría impulsar a América Latina hacia un futuro digital más sólido.
Fuente: OECD, basado en datos de personas que utilizan Internet (2018), de la UIT.
* Las opiniones expresadas y los argumentos aquí empleados son del autor y no necesariamente reflejan los puntos de vista oficiales de la OCDE o de los gobiernos de sus países miembros.