Paloma Szerman
Senior Public Policy Manager, GSMA Latam

América Latina ante una encrucijada: claves para acelerar la transformación digital e impulsar el progreso socioeconómico

En un contexto de frágil recuperación económica, la brecha de crecimiento entre América Latina y los países desarrollados no se está cerrando. Gobiernos e industrias deben aprovechar la oportunidad para fomentar una economía digital que promueva el progreso de la región.

América Latina cuenta con una variedad de ventajas comparativas en el camino a la construcción de una economía digital avanzada. A diferencia de otras regiones, son solo dos idiomas los que conectan a sus más de 600 millones de ciudadanos, que están unidos por una amplia afinidad cultural y sentido de pertenencia regional. Estas cualidades -combinadas con una alta penetración móvil, el acceso a Internet casi a la par con las economías desarrolladas y una cobertura de casi el 90% del territorio de la región-, hacen de América Latina un terreno fértil para cultivar una economía digital robusta, inclusiva y sostenible.

A pesar de ello, la región históricamente ha enfrentado desafíos sistémicos que la mantienen atrapada en el ingreso medio. Con una frágil recuperación económica, el crecimiento de América Latina se ha estancado¹ y ha sido notoriamente menor que el de otras regiones en desarrollo.² A esto se le suman el fin del súper-ciclo de las commodities, un complejo contexto geopolítico mundial–sobre todo con la tensión entre Estados Unidos y China- e instituciones políticas inestables.³

Mientras tanto, el mundo ha sido testigo de la revolución digital. La adopción del smartphone como el elemento clave de acceso a internet y la expansión de la conectividad y de los servicios en línea son solo el comienzo. El ecosistema móvil se prepara para la llegada de 5G y, junto a ello, la masificación del Internet de las Cosas, la transformación de los servicios educativos, de transporte y salud, la expansión de los medios de pagos digitales, entre otros. A pesar de las dificultades, América Latina no se queda afuera. Con una penetración de suscriptores de más del 68% de la población hacia mediados de 2018, el sector móvil aporta más del 5% del Producto Interno Bruto de la región y genera más de 700 mil puestos de trabajo en forma directa.

Es por eso que ahora es el momento para pensar en grande. América Latina puede avanzar hacia la digitalización a gran escala para superar las barreras económicas y sociales a través de un cambio de productividad, o puede seguir empantanada en la trampa del ingreso medio. Para ello, la región requiere de políticas públicas y marcos regulatorios que incentiven la inversión, faciliten la innovación comercial y tecnológica y provean de confianza y seguridad a los usuarios.

Desde la GSMA nos enfocamos en construir puentes a nivel nacional y regional entre los distintos actores del ecosistema móvil para el diálogo sobre políticas públicas en la nueva era digital. Frente a estos desafíos, trabajamos para generar consensos que se traduzcan en iniciativas y estrategias regionales, basados en los siguientes puntos:

  • Políticas públicas que reduzcan las brechas digitales (geográficas, de género, de industria, de educación, de edad, por nombrar algunas) y mitiguen los riesgos de que la disrupción tecnológica las expanda.
  • Nuevos marcos regulatorios basados en principios y a prueba de futuro, junto a instituciones que puedan actuar en todo el ecosistema digital. Esto requiere nuevas reglas que sean flexibles, tecnológicamente neutrales y que eliminen la excesiva presión regulatoria.
  • Políticas fiscales que eliminen los impuestos móviles que actúan como barreras a la asequibilidad y el acceso móvil. Por el contrario, un modelo económico sostenible impulsado por las tecnologías móviles conlleva al desarrollo y, como efecto indirecto, mayor recaudación fiscal.
  • Con la Revolución Industrial 4.0, la llegada de 5G y la expansión de IoT, el espectro debe estar disponible en bandas altas, medias y bajas, a precios razonables, en las condiciones adecuadas y en los tiempos precisos. Solo así se podrá dar respuesta a la creciente demanda tanto de los usuarios como de los diferentes verticales.
  • Internet supera las fronteras y desafía las nociones tradicionales de lo que entendemos como jurisdicciones. Toda estrategia digital regional debe ser multidimensional (mirando a todos los verticales, como el comercio internacional, el futuro del trabajo, las aptitudes del futuro), multisectorial (incluyendo a todos los actores relevantes: sector privado, gobiernos, sociedad civil, expertos y académicos, etc.) y multijurisdiccional.

¹ En 2018, el PBI de la región creció solo 0.6%, muy por debajo de las estimaciones, según el World Bank Group, Global Economic Prospects (2019).

² Esta comparación se puede realizar en la base del Fondo Monetario Internacional disponible en: https://www.imf.org/external/datamapper/NGDP_RPCH@WEO/OEMDC/WE

³ Para más información sobre los riesgos específicos de la región así como una descripción de algunos de los países de la región, consultar el reporte del World Economic Forum, The Global Competitiveness Report 2018.